Terminó la temporada con la victoria rojilla en el último partido de la fase de grupos de la Copa Federación, que si bien no nos permite clasificarnos, al menos nos deja el dulce sabor de la victoria y la confirmación de que este equipo tiene un gran potencial.
Comenzó el partido y se repitieron los errores y los problemas que el equipo a mantenido a los largo de toda la temporada, a saber, fallamos demasiadas ocasiones claras de gol y por contra, nos hacen gol con excesiva facilidad. Tras unos compases de tanteo y después de fallar un par de buenas ocasiones, el Fuentes se acercó con peligro a la meta local, hasta conseguir el 0-1, que pudo incrementarse si no es por un penalti fallado minutos más tarde por el equipo visitante; eran los peores minutos de un Montecarlo, hasta que los cambios provocaron la reacción y con ella llegó el empate a 1 antes del descanso. Es increíble lo que cambia este equipo con unos u otros jugadores, y es que ese ha sido uno de los principales problemas de esta plantilla, su desequilibrio.
Tal fue la transformación en el inicio del segundo periodo que a la mitad del mismo el Montecarlo ya ganaba 4-1 a un Fuentes que veía como los locales les desbordaban una y otra vez; sólo la relajación y los cambios evitaron una mayor goleada local, y así se llegó al definitivo 5-2.
Ahora toca esperar la nueva temporada que empieza, con ilusión y con la esperanza de que se puede hacer grandes cosas con este equipo si se solucionan sus problemas.
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