Injusto castigo.
Nos visitaba el líder y virtual campeón de la categoría, pero esperábamos poder plantarle cara, y así fue durante gran parte del encuentro, aunque el resultado final refleje un claro, pero insjusto, 0-3 a favor del campeón.
Primorosa primera mitad la jugada por los chavales de la U.D. Montecarlo, que desbordaron por completo a su rival, que no se acercó a la meta rojilla mas que en un lanzamiento de falta lejana, mientras los locales tenían por completo el control del partido, con un defensa rápida e intensa, cuyos cortes continuos de los intentos de ataque del Santa, provocaron rápidas transiciones, muy bien llevadas por nuestros centrocampistas, que culminaban en llegadas al área del Santa, y que sólo la mala suerte, y la ansiedad de algunos de los puntas, impidieron que los locales se fueran al descanso con ventaja.
Pero, aunque sea un tópico recurrente, el que perdona lo acaba pagando, y de que manera más cruel para los chicos. Pronto se vio al inicio de la segunda mitad, que el Montecarlo no podría mantener el tono físico de la primera parte, pero la balanza se decantó en una jugada de autentica mala suerte; un balón rebotado, sin aparente peligro cayó a los pies de un delantero del Santa que no perdonó, transformando el 0-1. Este tanto descompuso al Montecarlo que instantes después, en un despiste colectivo, incluido del arbitro, que no vio el claro fuera de juego del jugador de Santa, recibió el 0-2 que sentenció el partido. Intentaron rehacerse los locales, pero sin la brillantez del primer tiempo, y el partido se equilibro por momentos, hasta que, sobre el minuto 20 de este periodo, de nuevo el arbitro se equivocó, inventándose un penalti contra el Montecarlo, que aunque fue detenido de forma magistral por nuestro portero, fue el preludio de la jugada de 0-3, fruto de un corner precedido de una clara falta al portero.
Poco más que comentar de ahí hasta el final, tan sólo que el Montecarlo mereció mucho más, incluso demostró más fútbol que su rival, pero la diferencia física, los errores arbitrales y las carencias en la definición de algunos jugadores rojillos (hay que ser más solidarios con el equipo), llevaron a este abultado e injusto resultado.
Tan sólo nos queda felicitar al campeón, el Santa Isabel, justo vencedor de una liga disputada y en el que nosotros vamos a quedar en cuarta posición tan sólo empatando con el Giner en la última jornada, muy buen resultado teniendo en cuenta las dificultades con la que hemos contado desde el principio del campeonato.
Bueno, para olvidar la derrota que mejor que una buena comida en grupo; gracias a los excelentes cocineros disfrutamos de una paella estupenda y pasamos un día maravilloso con nuestros peques, que de eso se trata.